¿Te quedaste en la UNAM? ¿Qué futuro te espera?
Si fuiste de esos que tuvieron un pase reglamentado para entrar a la Universidad Nacional Autónoma de México, estarás de acuerdo que en la primera semana sentiste el peso de formar...
Si fuiste de esos que tuvieron un pase reglamentado para entrar a la Universidad Nacional Autónoma de México, estarás de acuerdo que en la primera semana sentiste el peso de formar parte del 67% de los lugares de la UNAM ya que el 33% restante ingresaron por concurso de selección. (Vía: Nexos)
A la mitad del semestre, cuando el profesor ya no encuentre la manera de alentarte a entregar un trabajo, realizar tus prácticas, el típico “¿cuántos estudiantes quisieran estar en tu lugar?” no te dejará dormir tranquilo. Si quieres el dato preciso serán 131 mil 587 jóvenes.
El domingo pasado se dieron a conocer los resultados del concurso de selección de la UNAM: de los 144 mil 61 jóvenes que presentaron su examen de primera vuelta, sólo 12 mil 472 alcanzaron el puntaje requerido por la universidad en sus diferentes programas de estudio. (Vía: El Universal)
A partir de ahora un largo camino de entre cuatro y cinco años comienza para los jóvenes que esperan obtener al final de sus estudios un título profesional, jóvenes que al final del camino se encuentren nuevamente con los 12 mil 472 “rechazados” en una nueva cifra, la de la desigualdad social.
De acuerdo con el Informe de Movilidad Social en México 2013 del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), la situación económica, la riqueza y la educación en la familia de origen determinan en buena medida el bienestar de los mexicanos cuando son adultos.
Según datos del CEEY, sólo el 4% de los mexicanos nacidos en los hogares más pobres logran dar el salto, y ya en la edad adulta formar un hogar con las mayores ventajas económicas. (Vía: Forbes)
Lo anterior nos lleva al concepto de movilidad social, el cual se refiere a los cambios que experimentan los miembros de una sociedad en su posición en la estructura socioeconómica.
Tener acceso a la educación va más allá de un examen, tener una vida digna pocas veces se aprende dentro de un aula.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el costo promedio por carrera para el alumno es cercano a 30,000 pesos durante toda la licenciatura, tomando en cuenta los gastos en libros y materiales que, de acuerdo a la carrera, oscila en 360 pesos al mes, sin dejar de considerar, los gastos en alimentación, dando un estimado a la semana de 250 pesos y en otros casos hasta un poco más. (Vía: Universia México)
¿De qué manera podemos hacer frente, no sólo desde la legitimación escolar, a la brecha económica y a la desigualdad social en la que unos pocos (licenciados o no) tienen mucho y muchos (que terminaron su licenciatura en tiempo y forma) tienen poco?