EPN dice que fue fake news pifia de la FIL en 2011
Este año se cumplirán siete ediciones de la Feria Internacional del Libro de Guadajara en la que Enrique Peña Nieto consumó su popularidad como alguien que lee poquito, libros de...
Este año se cumplirán siete ediciones de la Feria Internacional del Libro de Guadajara en la que Enrique Peña Nieto consumó su popularidad como alguien que lee poquito, libros de los que no quiere acordarse. Ahora, después de tanto tiempo, en la apertura del Macrolibramiento de Guadalajara. (vía: SinEmbargo)
(?) ¿Se acuerdan de la participación de @EPN en la @FILGuadalajara en 2011 ?? … él también (y dice que no es cierto que lea poco) pic.twitter.com/XKqtAxP5H1
— AnimalPolitico.com (@Pajaropolitico) January 9, 2018
Supuestamente terminó siendo una participación en la que resultó que poco leía, lo cual no era cierto, pero pues a final de cuentas hoy estamos llenos de muchas falsas noticias
El presidente de la República recordó ese episodio como uno más, uno cualquiera donde no sucedió absolutamente nada. Calificó como una ocasión “malograda” esa visita en la que confundió a Carlos Fuentes con Enrique Krauze y no se tentó el corazón en decir que uno de sus libros favoritos no lo ha leído completo, nomás cachitos.
Así mismo, se sumó a la euforia de las fake news, diciendo que es mentira, absoluta y cruel mentira, que él lea poco. Claro, no especificó si lo que quiso decir es que no lee nada… o que lee muchísimo y simplemente no nos quiere humillar con su conocimiento ancestral del universo de las letras. (vía: Animal Político)
Lo que destaca de este discurso, que no fue más que recordar una de las varias veces que se ha equivocado (que no está mal, todos nos equivocamos casi tanto como él), es que se suma a las declaratorias de que todo aquello en su contra es, necesariamente, una noticia falsa.
Si bien, lo que se provocó a partir de eso sobrepasó el contexto de la literatura, no es mentira en ningún momento que, al menos, su capacidad para recordar lo que lee, lee a medias o no lee, fue poca. Como sea, uno regresa siempre a los lugares donde fue feliz y EPN, en Guadalajara, no parece pasársela bomba, pero eso da igual, porque si se equivoca sólo hace falta decir que todo es falso, que son puras mentiras y que esa noche no andaba ahí.