Las instituciones bancarias son un dolor de cabeza que parece necesario en este mundo moderno, donde preferimos perder un plástico que nuestros billetes y tener el dinero en bóvedas blindadas que debajo del colchón. Sin embargo, muchas veces sus prácticas, derivadas de políticas cerradas y establecidas en contratos, parecen carecer de lógica o de simple comprensión individual, como este caso, donde una abuelita tuvo que entrar al banco en camilla para cobrar su pensión.
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En Tonalá, Chiapas, se denunció, a través de un video en redes sociales, que una abuelita tuvo que ingresar al banco, donde mes a mes tiene que cobrar, en camilla pues su estado de salud no le permite salir del hospital. Sin embargo, en su gran fuerza interna y con el apoyo de camilleros y paramédicos de una ambulancia la llevaron hasta la sucursal de Citibanamex correspondiente.
La familia pidió que la transacción se hiciera en la ambulancia, pero los cajeros se negaron y el banco aseguró que no pueden hacer operaciones en la calle. Claro, esta es una medida prudente, pero no habría sucedido si Citibanamex y cualquier banco dedicado a esto no obligaran a las personas tener que confirmar que siguen con vida, que francamente es un trámite entendible, pero fuera de proporción en todo sentido.
Al respecto, el banco ofreció una (insuficiente y escueta) disculpa que comunicó a SinEmbargo:
Citibanamex lamenta lo sucedido en el procedimiento de identificación de una de nuestras clientes en Tonalá, Chiapas. Hemos contactado a nuestra cliente y ofrecemos una disculpa por lo ocurrido. Continuamos trabajando para evitar que situaciones como esta se repitan
En México, a los adultos mayores se les pide presentarse de manera personal para cobrar las pensiones, firmando un documento que acredita que están vivos (sí, esto es muy en serio; y sí, también es harto denigrante). Las instituciones financieras encargadas de repartir el dinero a los pensionados no pueden cambiar esta forma de operar, pero tampoco hacen nada por hacer un poco menos denigrante este trato para la gente que tiene discapacidades motoras o de cualquier otro tipo.
Con información de: SinEmbargo