Como te informábamos ayer, han comenzado las reuniones entre funcionarios del gobierno estadounidense y el mexicano, luego de que a finales de enero, a menos de diez días de haber tomado posesión, Donald Trump pusiera la relación diplomática entre los dos países en una tensión histórica. Los discursos y los tuits de Trump cada vez se vuelven más agresivos contra los migrantes e, incluso, ha declarado que las deportaciones forman parte de una “operación militar”, mientras, en Los Pinos, Enrique Peña Nieto pidió a Rex Tillerson y John Kelly, secretarios de Estado y de Seguridad Nacional, que recuerden que el diálogo y el respeto a los derechos humanos es importante para las relaciones diplomáticas. (Vía: El Universal)
Ser miembro del gabinete de Donald Trump ha de ser un trabajo complejo: por un lado, es necesario impulsar leyes cada vez más agresivas y draconianas contra las minorías (LGBTTTQI2A, musulmanes americanos, inmigrantes…) que serán recibidas con protestas y manifestaciones, por otro, hay que negociar con el Senado y la Cámara de Representantes para que esas mismas leyes sean aprobadas con la menor publicidad posible para, justamente, reducir los reclamos sociales; finalmente, está el Presidente, Donald Trump, que en cualquier momento podría lanzar un tuit o hacer un comentario en un rally o en conferencia de prensa o en una entrevista, donde desnude la intención última de esas mismas leyes, de esos mismos acuerdos con el poder legislativo y, si eso ocurre (y ocurre muy seguido), hay que encontrar la forma de “darle la vuelta” a sus declaraciones, no importando que no tenga sentido, que sea una constante contradicción o que deje en ridículo completo al mismo presidente.
Well this is a new one. Basically Spicer says here — don’t take Trump literally, take him adjectively. pic.twitter.com/3IWTnUDDSA
— Bradd Jaffy (@BraddJaffy) 23 de febrero de 2017
Las políticas radicales contra la migración que lanzara la Secretaría de Seguridad Nacional, dirigida por John Kelly, pasaron por justo ese camino días antes de que su titular y el Rex Tillerson, secretario de Estado, vinieran a México para entablar un diálogo con los secretarios mexicanos de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. (Vía: Aristegui Noticias)
Tanto en tuits como en un rally en Florida, Trump anunciaba que las deportaciones serán masivas y que, para llevarlas a cabo más efectivamente, sería necesario el uso de la Guardia Nacional (una rama del ejército estadounidense). Entre las filtraciones constantes que salen de la Casa Blanca y las declaraciones del presidente, una parte confidencial del plan de la secretaría a cargo de Kelly tuvo que ser negada: ayer, con los funcionarios mexicanos y en territorio mexicano, negó ambos hechos, no van a hacer deportaciones masivas y los dichos de Trump son, más bien, adornos de su muy peculiar forma de hablar. (Vía: El Universal)
El Presidente @EPN señaló que en esta etapa inicial de la Administración de @POTUS, acredita el interés de construir una relación positiva.
— Eduardo Sánchez H. (@ESanchezHdz) 24 de febrero de 2017
La administración Trump, incluso con la visita de dos de sus figuras centrales, ha dejado claro que el “diálogo y el entendimiento” no forman parte de su agenda diplomática ni con México ni con el mundo, sin embargo, el gobierno de Enrique Peña Nieto insiste, en sus declaraciones, discursos y partes de prensa, que:
El Presidente Peña Nieto expresó que el encuentro se da en un momento en el que es muy importante fortalecer el diálogo. El Mandatario destacó la voluntad de ambos gobiernos de transitar por esta ruta, siempre con respeto a la soberanía de ambos países. (Vía: Presidencia de la República)