En los libros de la mala praxis médica hay muchas historias que combinan el desdén criminal con la irresponsabilidad, pero pocas se cruzar de forma tan torpe con la superstición como el caso en el que se involucró una enfermera de Oklahoma: en lugar de atender debidamente a su paciente, intentó practicarle un exorcismo. ¿El resultado? La paciente murió al día siguiente.
Los hechos ocurrieron en una cárcel en el condado de Oklahoma, donde la enfermera era trabajadora y la paciente era prisionera; ella se llamaba Amanda Lynette Freeman y a sus 32 años había llegado a la cárcel tras haber estado invlucrada en un caso de drogas.
Las drogas estuvieron involucradas en su detención y también estuvieron relacionadas a su muerte: de tez pálida y débil en su foto penitenciaria, Amanda Lynette Freeman fue víctima de un síndrome coronario agudo, presuntamente, por culpa del abuso de metanfetaminas. (Vía: Fox News)
Sin embargo, dicen testigos presenciales y los informes policiacos, la enfermera Linda Herlong Jackson no supo o no quiso reconcer el síndrome coronario agudo y optó por llevar a cabo un acto del cual tendrá toda una vida para arrepentirse: intentó practicarle un exorcismo a la paciente en lugar de darle primeros auxilios.
Según los presentes, Amanda gritaba agitadamente a lo que Linda Herlong Jackson respondió con una petición para el resto: si a alguien le molestaba que practicara un exorcismo. Acto seguido dijo que “le sacaría los demonios” a Amanda en un exorcismo que se detuvo cuando una autoridad de la cárcel paró en seco la sesión. (Vía: Huffinton Post)
Linda Herlong Jackson había trabajado por seis años en la cárcel de Oklahoma. Ahora mismo enfrenta cargos penales, a lo que ella alega que, contrario a lo que dicen los testigos, no practicó ningún exorcismo y, además, “que la presa no murió en su turno”.
Por lo pronto, en lo que se deslindan las responsabilidades, Linda Herlong Jackson no podrá practicar otra vez la enfermería, pero tampoco tiene pinta de que vaya a practicar con éxito el espiritismo.