Así fue votar en la consulta del Nuevo Aeropuerto
Hoy 25 de octubre es el primer día para votar en la consulta para decidir el destino del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Aproximadamente a las ocho de...
Hoy 25 de octubre es el primer día para votar en la consulta para decidir el destino del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Aproximadamente a las ocho de la mañana me detuve en una de las 1,073 mesas colocadas en 538 municipios del país para votar por una de las dos opciones: Texcoco o Santa Lucía.
En la Glorieta de Insurgentes, en la zona centro de la Ciudad de México, una fila de 10 u 11 personas esperaba su turno para votar. Mientras tanto, algunos aprovechaban para dar su opinión. “¿Tú tienes hijos?”, le preguntaba un señor a una reportera que intentaba entrevistarlo. “Pues aunque no tengas hijos yo voy a votar por ellos, por su futuro”. (Porque hasta en la fila para la consulta del NAIM se impone la maternidad a las mujeres).
Otros señalaban que el aeropuerto de Texcoco es “un robo”, que “se está construyendo con las afores de los mexicanos”.
El lugar para emitir el voto es la misma mesa, donde prácticamente todos pueden ver cuál de las dos opciones tachaste. Cuando fue mi turno sentí una gran presión social por tomar la decisión correcta, pues todos observaban con expectativa, como si el futuro del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México realmente estuviera en mis manos.
Además me tomé el tiempo necesario para leer ambas preguntas con atención, pues están formuladas de manera casi capciosa:
“Dada la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ¿prefiere el títere de la izquierda o el títere de la derecha?”.
La primera opción contempla reacondicionar el aeropuerto actual y el de Toluca, además de construir otras dos pistas en Santa Lucía, cerca de Tecámac. La segunda implica continuar con la construcción del aeropuerto en Texcoco y abandonar para siempre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Como están planteadas, solo una de las opciones parece tener desventajas.
Para asegurarse de que solamente se vote una vez por persona, los encargados de la mesa registran los datos de la INE en un programa instalado en un iPad. En ningún momento, sin embargo, informan cuál es el uso que se hará de esos datos ni se hace mención a un Aviso de Privacidad, a pesar de lo que la Ley Federal de Protección de Datos Personales contempla en su artículo XV:
Artículo 15.- El responsable tendrá la obligación de informar a los titulares de los datos, la información que se recaba de ellos y con qué fines, a través del aviso de privacidad.
Después hay que poner el dedo en una especie de cojín para sellos de los que se consiguen en cualquier papelería.
El último día para votar será el próximo domingo 28 de octubre y los resultados serán procesados por la Fundación Arturo Rosenblueth. ¿Cuál será la opción ganadora? ¿Coincidirá la decisión de los votantes con la opción más conveniente en términos económicos y ecológicos? ¿Se repetirán estos ejercicios ciudadanos en otros temas de relevancia para los mexicanos? Stay tuned.