No estamos todas: el proyecto que visibiliza los feminicidios en México y América Latina

En México son asesinadas aproximadamente siete mujeres cada día por razones de género. Más allá de una grave estadística, ellas fueron niñas y adultas con familia y amigos, sueños y proyectos que terminaron abruptamente. No estamos todas es el proyecto que reúne a ilustradoras de todo el mundo para retratar a las víctimas de feminicidio en América Latina.

En septiembre del año pasado, la periodista Frida Guerrera publicó un listado de más de 100 mujeres: todas víctimas de feminicidio durante los nueve primeros meses de 2107. “Era interminable, parecían demasiados casos para ser cierto, nos pusimos a leer las historias una a una y fue un impacto muy grande para nosotras”, dijeron las creadoras a Malvestida. La enorme lista, con fechas y lugares, desató un movimiento organizado por mujeres jóvenes para recordarlas a todas.

De acuerdo con Public Radio International, las organizadoras de No estamos todas son dos mujeres en sus veintes que prefieren permanecer anónimas para preservar el carácter colectivo del proyecto. Cualquier ilustradora puede participar: cada una recibe el nombre de la mujer a retratar, junto con información sobre ella y algunas notas periodísticas para saber más sobre su vida y muerte. Sin embargo, los detalles sobre su muerte son omitidos para mantener el foco en ellas.

Las ilustraciones representan a las mujeres asesinadas como las personas que fueron, con elementos que simbolizan sus ocupaciones y las cosas que les gustaban. Para las organizadoras y las participantes, se trata de celebrar su vida más allá de una estadística.

El proyecto se concentró, al principio, en los asesinatos por motivos de género en México. Sin embargo, se han unido ilustradoras de otros países latinoamericanos para retratar mujeres asesinadas en toda América Latina, donde se enfrenta una grave crisis de feminicidios.

Hasta ahora, el proyecto tiene casi 100 ilustraciones en su cuenta de Instagram: monocromáticas o llenas de color, ilustradas digitalmente o con crayones y acuarelas y hasta bordados. Cuando la sociedad falla en protegerlas de la violencia y, más tarde, su muerte cae en revictimización y olvido, No estamos todas es un homenaje a esas mujeres que deberían seguir entre nosotros.