Las medidas que ha tomado la administración Trump contra Cuba, representan un serio retroceso en lo logrado durante el periodo del presidente Barack Obama, ya que nada más y nada menos, se restablecieron las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos después de más de 50 años, estamos hablando de algo que no sucedía desde la presidencia de John F. Kennedy.
Pues como hemos dicho, Trump echó todo por la borda y el día de ayer anunció nuevas medidas contra la isla que recrudecen el bloqueo que opera desde la Guerra Fría, estas medidas dificultan a los estadounidenses visitar Cuba y pone límites más estrictos para transacciones comerciales y financieras dirigidas a la isla, en donde se prohibe hacer transacciones con entidades cubanas relacionadas a los servicios militares, de inteligencia y de seguridad.
Específicamente, la Casa Blanca prohibió a sus ciudadanos comerciar con 180 entidades relacionadas al ejército cubano, las cuales incluyen agencias de viaje, hoteles, industrias, marinas y tiendas. Esta lista negra incluye a dos productoras de ron: Ron Caney y Ron Varadero; sin embargo, paradójicamente, la administración Trump no sancionó a las dos marcas más prestigiosas de ron cubano: Habana Club y Ron Santiago.
Lo que la administración estadounidense busca con estas restricciones es evitar que fluyan dólares al ejército cubano, institución que controla al sector turístico de la isla, en ese sentido, esta reglamentación afectará a: la Zona Especial de Desarrollo Económico Mariel, al igual que Almacenes Universales y la Terminal de Contenedores de Mariel, S.A., dos compañías que administran la terminal de contenedores del puerto.
Sin embargo quedarán intactas las empresas de los aeropuertos, y puertos marítimos cubanos, lo que permitirá que continúe el comercio y operen de forma normal las líneas aéreas y los cruceros. Además, las sanciones no incluirán tampoco a los sectores administrados por el Ministerio de Turismo cubano, que en su mayoría son restaurantes y bares. (Vía: La Jornada)