Por la mañana publicamos una nota en el portal de Plumas Atómicas sobre la desaparición de Mara Fernanda Castilla, estudiante de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Este hecho, que ocurrió en la madrugada del pasado viernes, ha movilizado a parte de la sociedad civil del estado de Puebla.

En medio de esta situación un desafortunado comentario del rector de la Universidad Madero (UMAD) en Puebla, Job César Romero, puso al descubierto una cultura que termina criminalizando a las víctimas. (Vía: Sin Embargo)

En una conferencia de prensa, al preguntarle su opinión sobre el incremento de las desapariciones y feminicidios en Puebla, el rector contestó que se debe a “la descomposición de la sociedad y a las libertades que las chicas tienen“.

” Ahora cualquiera de ellas puede salir a muy altas horas de la noche, pueden regresar a muy altas horas, ellas han ido ganando estos espacios en las familias para ganar esta autonomía, viajar en su carro o en otros medios. Yo creo que en esta libertad y en la descomposición de la sociedad se vuelven presas de gente que tenga la intención de lastimarlas”, expresó César Romero, quien en junio se pronunció en contra de la Alerta de Género en Puebla. (Vía: Periódico Central)

 

Básicamente, para el académico uno de los factores por los cuales ha aumentado la violencia contra la mujer es su propia libertad. Porque, al parecer, en su lógica resulta más sencillo quedarse encerradas en sus casas que activar una Alerta de Género. Porque para él es mejor tener miedo y no salir de noche a la calle que trabajar en materia de seguridad en el estado.

https://twitter.com/CapitanTOC/status/907753779419914242

Horas más tarde, la Universidad y el rector mismo salieron a la defensa del comentario y expresaron que respetaban todos los derechos que las mujeres han ganado pero insistió que como la mujer tiene más libertad hay que cuidarse más. 

En la misma conferencia de prensa, otro reportero le pregunta si es necesario una alerta de género, a lo cual el rector vuelve a defender su punto de vista y expresa que “no es necesario“.

“Este tipo de problemas de género se dan por personas cercanas a ellas y entonces no podía haber una policía en la casa en la fiesta en el patio, entonces, […] el problema de alerta de género es que va a dificultar más a las personas que estén en esos lugares y que a la larga no nos da seguridad de que esos que están cuidando no sean los que pongan en riesgo a las chicas.”

El rector no entiende en primer lugar que no es un problema de género, en una violencia contra el género que tiene raíz en una cultura machista cobijada y reproducida, como bien podemos ver en sus declaraciones, por instituciones educativas, familiares y religiosas, que ponen la condiciones para que las mujeres sean violentadas, acosadas y asesinadas y que al final estos crímenes queden impunes y sean normalizados. 

Mara subió a un taxi Cabify la madrugada del viernes para llegar a su casa pero esa vez fue la última vez que se supo de ella.

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