Bagdad ha vuelto a ser el escenario de un atentado terrorista donde dos olas de agresiones acabaron con la vida de 40 personas y 74 resultaron heridas; esta vez el ataque se perpetró en el mausoleo chiita de Sayid Mohamed que se encuentra en la localidad de Balad.
Según diversas fuentes, los atacantes detonaron un coche bomba cerca del mausoleo y luego abrieron fuego contra la gente que estaba dentro. Segundos después, dos de los agresores se hicieron estallar cerca de un establecimiento comercial vecino al mausoleo.
El Estado Islámico (EI) reclamó la autoría de este ataque contra el santuario chiita a través de su agencia de noticias Amaq. Ha asegurado que tres de sus miembros fueron los encargados del agravio, entre ellos una mujer identificada como Umm Yada al Ansaria.
Recordemos que apenas el domingo pasado, la comunidad iraquí sufrió uno de los más grandes atentados perpetrados por el EI, en donde un camión-bomba causó que 300 personas perdieran la vida, según una cifra que ha ido escalando de forma escandalosa hasta duplicarse en los últimos días (como aquí te contamos).
Irak ha sido atacada por el EI luego de que en 2014 este se expandiera, no obstante el gobierno del presidente Fuad Masum ha ido desplazando las fuerzas extremistas con apoyo estadounidense.
Esta noticia se une al despido inminente del jefe de seguridad de Bagdad, Abdel Amir al Shamari, después de que el primer ministro iraquí Haidar al Abadi, lo destituyera tras el ataque del 3 de julio en el barrio chiita de Al Karrada.
Este martes también dimitió de su puesto el anterior primer ministro iraquí, Mohamed al Gabán, quien declaró que el Estado iraquí había fracasado en cuestiones de seguridad. La ineficiencia del gobierno para prevenir y detener estos ataques sistemáticos por parte del EI, hizo que decenas de ciudadanos protestaran.
Un informe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas calcula que 662 iraquíes murieron y 1.457 más resultaron heridos en actos de horror, violencia y en el conflicto armado, solo en este año.
