Este domingo fue asesinado Jesús Bucio Cortés, líder de autodefensas del municipio de Tancítaro en Michoacán. Junto con él murió un acompañante, identificado como Antonio Bucio. El ataque tuvo lugar en la comunidad de Púcuaro, donde Jesús tenía una huerta de aguacates.
Antes de la entrada de las autodefensas en 2014, el municipio de Tancítaro, con todas sus huertas y sembradíos, era controlado por los Caballeros Templarios. Hace algún tiempo, el líder hoy asesinado declaró:
“Hay un elemento [de los Caballeros Templarios] que nos hizo mucho daño y que se llama José Manuel Montero Nambo, que por cierto yo lo llevé a Morelia y lo dejé preso en el Cereso Mil Cumbres, porque él me secuestro un muchacho y el dinero que me quitaron, y cómo es posible que no duró ni tres meses. Ya está libre y es el que nos amenaza, pero eso ya no nos asusta” (El Informador)
El ataque contra las autodefensas en el estado de Michoacán ha sido sistemático. El pasado 22 de agosto, el líder de autodefensas de Churumuco, Arturo Peñaloza Martínez fue asesinado a tiros mientras viajaba en su camioneta; unos días antes, Jesús Barragán Álvarez, autodefensa de Uruapan, fue víctima de un atentado del que salió ileso. Mientras tanto, la exigencia por la justicia en el ataque ocurrido en Ostula el 19 de julio de este mismo año sigue en pie.
Si eliminan a las autodefensas de la región, ¿quién quedará al mando de la seguridad?